— Bleeeegh… — ¿Seguro que se encuentra bien? — preguntó el padre Terkan, viendo cómo el mago de tez oscura no paraba de vomitar apoyado en una pared. — Sí… no… dame un par de minutos… ¡Ugh! — Grim se llevó las manos a la boca para intentar retener las arcadas, sin éxito. — ¡Por el amor de Torm, que alguien le indique dónde están las letrinas! — gritó el padre Terkan mientras veía asqueado cómo quedaba el suelo. — Me hace gracia ver cómo alguien que puede ser capaz de alterar planos y dimensiones, pero no viajar entre ellos — dijo divertida la elfa. Mientras Grim era dirigido por…
-
-
La fiebre del sueño (III)
— Menos mal que tenías estos hechizos en tu repertorio. No sabes el coñazo que ha sido la ida teniéndole que esperar que nos alcanzara cada minuto — le dijo Eleith a Zelakyr. — No hay de qué — contestó Zelakyr. — Aunque igual deberíamos bajarle ya. Ese guardia se está riendo de él. — Oh, no, todo lo contrario. Es su cara estándar, ya te acostumbrarás. La del guardia, digo. Bueno, tampoco es que cambie mucho la de Toriok… El caso es que cuando llegamos la primera vez a la ciudad nos pasó lo mismo al entrar. Eleith y Zelakyr fueron a mostrar su salvoconducto de entrada mientras se…
-
Reseña: Hellora
Hellora es un juego de rol clásico de aventuras y mazmorras cuya premisas a destacar son la ausencia de dados (reemplazados por un sistema de cartas utilizando una baraja de póquer) y la capacidad de ser jugado por una cantidad ilimitada de jugadores. Inicialmente llamó la atención de Neeya por la posibilidad de jugarse de manera individual sin director de juego y, más tarde, la mía al escucharla y verla jugar. Tras salir rápidamente a comprar otra baraja para poder jugar juntos, vimos que el potencial que tenía el juego era mucho mayor del esperado. Aunque ya de por sí el manual es bastante fino y ligero de leer, se…
-
La fiebre del sueño (II)
Llevaban algo más de una hora de camino sin haber encontrado nada todavía, pero parecía casi un siglo debido al ritmo que les obligaba a llevar el enano. — Que alguien me recuerde por qué no tenemos una montura, al menos para él, y así poder andar los demás a un ritmo normal — protestó Grim. — Porque somos pobres — contestó Trenton. — ¿Y Grim no podía conjurar un hechizo de velocidad sobre él? — preguntó Eleith. — Eh, que estas togas son de aprendiz, no de archimago — dijo Grim. — ¿Qué… estáis… discutiendo? —murmuró Toriok, mientras alcanzaba a sus compañeros con su trote gorrinero. — Que te…
-
La fiebre del sueño (I)
Corriendo por las callejuelas de Luskan, esquivando a viandantes y puestos ambulantes, Eleith corría maldiciendo hacia El Eructo del Ogro, taberna donde había quedado con sus nuevos compañeros de armas. De nuevo llegaba tarde, y solo podía estar enfadada consigo misma, pero sería algo que resolvería más adelante. Finalmente atravesó la puerta de la taberna y bajó las escaleras de tres en tres mientras gritaba entre el gentío: — Lo siento, ya estoy aq… — la mesa que tenían reservada estaba vacía de par en par. “Estupendo”, pensó con una mezcla de ironía y alivio. Soltó su equipo en una esquina, pidió una cerveza y se dedicó a esperar. Tras quince…