Un nuevo amanecer. El sol asomaba tímidamente por el horizonte, tapado por unas densas nubes que cubrían el cielo. Todo apuntaba a que iba a ser una mañana oscura. Decidimos visitar los campos quemados de los que nos había hablado nuestro cliente. El desastre sobrevino en mitad de la noche, no se había salvado absolutamente nada, ni una sola parcela. La imagen era desoladora. Todo quemado en un abrir y cerrar de ojos. Preguntamos por ahí, pero nadie parecía haber visto nada. La experiencia me decía que hablaban con total sinceridad, estaban tan sorprendidos como nosotros, pero todo era muy extraño. ¿Nadie había visto la gran extensión de llamas, ni…
-
-
La semilla de Sadgrum (II)
Solo unos pocos habitantes residían actualmente en la aldea y sus rostros hablaban por sí solos. Después de los últimos acontecimientos posiblemente se preguntaban si debían abandonar Sadgrum definitivamente. Quién les iba a culpar si lo hicieran, aunque posiblemente no tenían otro sitio donde caer muertos. A las afueras nos topamos con el templo dedicado a la Santa Tríade. Estaba un poco apartado de la aldea, pero no nos llevaría mucho tiempo hacer una pequeña ofrenda. Siempre era bueno contar con el favor de los Dioses. A medida que nos acercábamos pudimos distinguir el estado del edificio, que más que un templo, parecía un montón de piedras apiladas y abandonadas…
-
La semilla de Sadgrum (I)
Otro encargo. La historia de siempre y en el mismo orden. Un mal acecha. Un cobarde decide que es mejor pedirle a otros que hagan el trabajo que él no tiene el valor para hacer. Los pringados, digo héroes, aceptan. Puede que tampoco sepan otra manera de buscarse la vida, pero resuelven el problema y el Mal desaparece solo para reaparecer en otro lugar, con otra forma. Cuántas veces habíamos jugado a la ruleta de la suerte. Por ahora habíamos salido airosos de todas las misiones. Aunque por algún motivo pensar en ello me provocó un escalofrío, un presentimiento. Lo negué enseguida, ¿por qué iba a ser esa ocasión diferente?…